En Montañita no conmemoraron el Día de la Mujer

 Montañita, la pequeña localidad turística ecuatoriana que no sale de la sorpresa por el doble crimen de las mochileras mendocinas, no conmemora el "Día Internacional de la Mujer".

Una recorrida realizada este martes permitió comprobar que ni a los lugareños ni a los turistas, la mayoría jóvenes y cada día en menor cantidad, les interesó manifestar homenajes a las mujeres.

En tanto, a dos semanas de los homicidios de María José Coni y Marina Menegazzo, la ciudad que las hospedó durante once días, trata de salir de la conmoción que causó este caso en esa zona donde supuestamente "nunca pasó nada" y que figuraba en el Top 3 de destinos mundiales para los jóvenes que buscan salir a divertirse.

Montañita aparenta una tranquilidad que no es tal cuando se comienza a conversar con cada una de las personas debido a la sorpresa que causó entre los integrantes de la comunidad que viven allí del turismo y que piden separar a los homicidas de la gente trabajadora.

Acerca de la fecha que recuerda y homenajea a las mujeres, a raíz de otras también víctimas, "las mártires de Chicago", sólo la mencionan quienes transitan por el pueblito cuando un Télam les pregunta específicamente.

"Es una fecha de honor" definió un comerciante llamada Maira Villao (33), trabaja en el restaurante Ebenezer hace más de 10 años.

La mujer que nació en Montañita dijo que el doble crimen fue una "pena" para todo el pueblo en el que se cumplieron tres días de luto y se organizó una caminata de turistas y lugareños por la calle principal de la ciudad.

"Las mujeres piden igualdad pero son muy superiores a los hombres, son más caritativas, nos atienden, nos ayudan en la vida porque sin ellas todo sería muy duro", expresó a Télam Klever Guerrero (39), un comerciante de artículos de limpieza.

La frase del hombre de rastas, con un pañuelo que le cubre parte de la cabeza y un tatuaje en su brazo derecho, continuó luego que dijo una palabra que se repite entre las personas que viven en Montañita: "Sorprendido".

El Día de la Mujer para el peluquero de The Barber House, un colombiano de Cali apodado "Jony", es "muy importante", mientras que le corta el pelo a un cliente que pide amablemente que la entrevista continúe después que termine con su cabellera en el negocio a pocos metros de la vereda de un bar en el que hay una foto de Pablo Escobar Gaviria, el reconocido narcotraficante de aquel país muerto en 1993.

"Es un día muy lindo y especial para nosotras. Por el solo hecho de ser mujer soy única y especial, sólo por eso", expresó la quiosquera Verónica (25), aunque se lamentó que "nunca se haga un festejo de verdad".

Joel, de 30 años, dueño de un restaurante que trabaja con su "prometida" Alexandra, de 34, aseguró que en este Día recuerda a su madre a la que "ama mucho" y a sus dos hijas de los cuatro que tienen en común.

"Ayudamos al esposo, a los hijos, somos como pulpos y este Día es un realce para nosotras porque somos la que le damos vida a la humanidad, damos ternura", expresó la mujer mientras atiende a dos clientes que toman cerveza durante un agobiante día de calor.

Dos jóvenes argentinos, uno de Chivicoy y otro de Córdoba, Franco (29) y Nicolás (23), respectivamente, están viajando hace cuatro meses juntos y llegaron un día antes de la desaparición de las turistas.

Actualmente están trabajando en una obra en construcción en un camping de las afueras de Montañita para continuar viaje.

"La fecha no se si es necesaria porque arranca de algo triste, está bueno homenajear y después de lo que pasó puede servir para concientizar", teorizó el más grande de los muchachos.

Ambos miraban el partido del Real Madrid-Roma en una esquina del bar Hierba Buena y un extranjero europeo que estaba junto a tres amigos, una de ellas mujer, gritó un gol de Cristiano Ronaldo.

"Nunca más un femicidio, debe ser un clamor popular para que esto no pase más en ninguna parte del mundo, esto no es exclusivo de un lugar solo", subrayó el cordobés tras el segundo gol de James Rodríguez, esta vez celebrado por una mujer sonriente.

La actividad de Montañita se centra en cuatro manzanas en las que hay hostels económicos, algunos de ellos de varios pisos, pocos hoteles, tiendas de jugos y de artesanías.

Pero la mayor fama del lugar son los boliches que hay en las pequeñas calles de la localidad balnearia, donde llegó a figurar en el Top 3 de divertimento para los jóvenes.

En Montañita la mayoría de los negocios son de personas que van heredando de sus padres y, según se estima un 80 por ciento se queda trabajando allí y el resto va a probar suerte a otro lado.

Los negocios de clases de surf y de operadores turísticos aumentan durante el trayecto desde el ingreso principal hasta la zona de la playa.

"Haz lo que te de la real gana pero que te haga feliz", dice una calcomanía pegada en un cartel de una de las callecitas que desembocan en la playa, en la que hay muchas sombrillas pero poca gente.