Gladys Steffani recorrió el lugar donde su hija fue asesinada junto a Marina Menegazzo.
Video: la madre de María José Coni fue a investigar a Ecuador
La madre de María José Coni, Gladys Steffani, fue al lugar donde asesinaron a su hija en Montañita, Ecuador. Pero ir hasta la casa donde los asesinos mataron a su hija y a Marina Menegazzo no le fue fácil, prácticamente lo hizo de prepo y nadie la pudo detener. A una madre a la que le asesinaron a un hijo poco se le puede negar.
"Nadie me va a prohibir que ingrese al lugar donde encontraron un cuerpo mutilado", le dijo Gladys Steffani a un guardia que estaba custodiando el lugar que estaba encintado.
Hay dos detenidos, uno confesó el doble crimen.
También habló con una mujer que conoció a María José sobre las últimas veces que vio a su hija. En ese sentido, Gladys le dijo que su hija siempre le habló bien de ella.
Las familias de ambas chicas no creen en la versión oficial y hasta han hecho pública sus dudas sobre si realmente esos cadáveres pertenecen a sus hijas. Esto ocurre luego de que las huellas dactilares en una y las piezas dentarias en la otra coincidieran.
A la familias de las víctimas la recontrucción del hecho no les cierra por ningún lado. Por eso, la mamá de Coni fue a recorrer la escena del crimen: en los alrededores de la casa encontró el estuche de la cámara de fotos de su hija. Cuando Steffani le preguntó al encargado del peritaje por qué no había secuestrado este objeto, el hombre no tuvo respuesta.
La mujer aseguró a Telenoche que su hija jamás puedo haber ido a la casa del guardia de seguridad. "No sé qué pudo haber pasado pero no me voy de acá hasta que no sepa bien todo", aseguró. Y cuestionó que supuestamente la masacre fue dentro de la vivienda pero las pertenencias estaban tiradas afuera.
Otro punto que la familia no entiende, es cómo puede ser que hayan encontrado un cuerpo el jueves y otro el domingo: teóricamente estaban a 40 metros de distancia. Steffani también fue a ver a la dueña del hotel donde estaban parando María José y Marina. "El lunes me pagaron los diez dólares que yo les cobraba. Salieron a las 2 de la tarde del hostal y no las vi más", relató la propietaria.