Gimnasia recibe a Ferro y no será un partido más para Sergio Arias: el entrenador del Mensana dirigirá su centésimo partido al frente del Lobo de manera consecutiva.
Cómo ser técnico y llegar a los 100 partidos en el fútbol argentino
Ser técnico en Argentina es un desafío constante a la supervivencia. En un país donde los procesos no se respetan y los resultados están por encima de cualquier tipo de plafinicación, sentarse en un banco para dirigir a un equipo es un trabajo de alto riesgo.
No obstante, hay un mendocino de 42 años (en agosto cumple 43) que ha logrado el ¿milagro? de dirigir durante dos años y medio de manera consecutiva al mismo club, y este viernes cumplirá 100 partidos al frente de su equipo.
Es Sergio Mauricio Arias, entrenador de Gimnasia. El dato que potencia aún más el logro del Toti es que todo esto es parte de su debut como adiestrador en un equipo superior.
Arias perfectamente podría escribir un libro llamado "Cómo ser técnico en Argentina y no morir en el intento", ya que su continuidad al frente del Lobo debe significar algún tipo de récord de estadía al frente de un equipo, y sobre todo porque en varios momentos de su ciclo los resultados no acompañaron y su trabajo se puso en duda.
"En los momentos más difíciles apretamos los dientes y trabajamos el doble. Siempre pudimos salir adelante".
El DT que quedará en la historia del Blanquinegro por haberlo llevado del Argentino B a la B Nacional en un año, llegó a la institución mensana en el 2011 para hacerse cargo de las Divisiones Infantiles, pero el 21 de diciembre le dieron la posibilidad de ser el técnico del equipo superior en reemplazo de Andrés Rebottaro, que no había cumplido con las expectativas.
Los 99 partidos dirigidos comprenden 57 del Argentino B, 20 del Federal A, 19 de la B Nacional y 3 de Copa Argentina.
En el esa primer incursión, durante el 2013, llevó a Gimnasia a las semifinales del Argentino B, cayendo por penales ante la CAI, en una ventosa Comodoro Rivadavia. Luego, en un reducido por un ascenso extra, se volvería a quedar en las puertas al perder el penúltimo partido ante Juventud Unida de Gualeguaychú.
"Una de las claves es que siempre conté con el apoyo de los dirigentes, incluso en los peores momentos".
No obstante, al siguiente torneo se tomaría revancha, y sin dejar dudas, superando a todos sus rivales con una claridad notable, el Lobo dejaba el Argentino B y llegaba al Federal A, que lo vería con un paso fugaz. Tras un inicio turbulento, el equipo se acomodó, logró acceder a los playoffs y allí fue contundente, obteniendo un ascenso histórico ante Talleres de Córdoba en el estadio Mario Alberto Kempes.
Las estadísticas son impresionantes: 55 partidos ganados, 16 partidos empatados y 28 partidos perdidos.
Ahora, el andar del Caracol en la B Nacional es auspicioso. Luego de un comienzo que no convencía, el plantel se acomodó, sus jugadores (la base viene de ese equipo que formó Arias en el 2013) se adaptaron a la categoría y hoy el Mensana goza de una posición más que aceptable para ser su debut absoluto en un torneo durísimo.
"Siempre le voy a estar agradecido a Gimnasia y a sus hinchas. Por la oportunidad y el aguante".
Y en gran parte se debe a que en el banco tiene a un tipo como Sergio Arias, que siempre se sobrepuso a los malos momentos, que se acostumbró a las críticas y cuestionamientos pese a lograr cosas gigantes en un club difícil de dirigir y que algún día gozará ser un técnico que quedará para siempre en la historia grande de Gimnasia.
Su trabajo es jerarquizado por Pablo Bertani, el preparador físico desde el inicio del ciclo. Los AC y EA fueron variando: Leo Torrico, David Daine, José Luis Montero y Paolo Olivera.
