Amigo del zar de la industria, Nicolás Catena, el dueño de la bodega Piedra Negra, habla aquí de sus 20 años en Mendoza.
François Lurton, el hombre que descubrió el Alto Valle de Uco
“Yo pasé mi vida de joven en el campo y ahora con más de 50 años también paso la mayor parte del tiempo en el campo. Me gusta más estar probando uvas que ir a visitar a un cliente en Nueva York”, ha dicho François Lurton. Cuando habla de campo uno debe saber que no sólo se trata del Alto Valle de Uco, donde ha sentado una factoría de vinos increíbles, una colonia fundante pocos kilómetros antes de llegar al Manzano Histórico.
Por estos días se cumplen 20 años de su proyecto en Mendoza. Proviene de una familia muy tradicional de productores de vinos en Burdeos, la Meca de los grandes vinos del mundo. Es parte de la quinta generación de productores de vino El primero en su familia comenzó a hacer vinos allí en 1897. Hoy son 18 los Lurton que están involucrados en distintos proyectos, ciudades y países. El y su hermano Jacques llegaron a Mendoza en 1992 como consultores internacionales, contratados por Nicolás Catena. Hoy ellos son más que buenos amigos.
En 1996, los hermanos Lurton ya habían completado varias vueltas sobre el círculo de la industria en Argentina. Con la visión del águila y el know how familiar y el que habían conseguido por sí mismos, decidieron concretar lo que fue la apuesta de su vida: una primera compra de parcelas. Luego ambos adquirieron otros viñedos en 1999, 2000 y 2001. Y se diversificaron: Chile, España, Francia, Portugal, Australia.
Dice François: “Yo hago los vinos como me gustan. Y si los vinos franceses y argentinos tienen un éxito mundial es porque esos vinos les gustan a los americanos, que vienen a comprarlo porque tratan de reencontrarse con su estilo”.
Antes de llegar los Lurton a esta zona, no existía nada, salvo lo que siempre existe: la naturaleza. Siempre salvaje, indómita y aleccionadora. Hoy, dos décadas después, esta región es la más considerada en el mapa vitivinícola del país y los vinos que se producen desde acá son, a su modo, la nueva gran revolución de la industria.
Las claves de este enólogo parecen ser sencillas: “El dueño del viñedo es como el dueño de los restaurantes: siempre estará detrás de la caja. En nuestro casa estamos detrás de cada botella. Para mí, lo que hace que a la calidad de un vino es la calidad de la uva”.
- ¿Es un acontecimiento importante la presencia del presidente de Francia Hollande en Argentina?
- ¡Ah! No sabía que venía el presidente de Francia (sonríe).
- Pues así será. François Hollande llega el martes junto a 30 empresarios de primera línea, a lo que se suman aquí otros 50.
- ¿Ah, sí? No lo sabía. ¡Oh, pero eso está muy bien! Está muy bien porque hay que renovar las relaciones entre uno y otro país. El acercamiento de Argentina con Europa es muy productivo. En especial porque hay mucha gente allá que cree que Argentina es como Grecia. Es muy razonable esta clase de reuniones, acercamientos, trabajos en cooperación.
"Hay que renovar las relaciones entre uno y otro país. El acercamiento de Argentina con Europa es muy productivo"
- Un tango clásico, “Volver”, dice entre sus estrofas que “20 años no es nada”. Considerando lo que era esto cuando llegaron parece ser todo lo contrario. ¿Es mucho, no?
- (Ríe) Veinte años es nada… en el mundo del vino es nada. Más cuando voy a Chile y me acostumbré a tratar con el mundo del vino de allá, donde toda la gente del negocio es gente grande.
- Pienso que ese tiempo también es relativo para alguien que pertenece a una familia con una historia descomunal en esta industria.
- La verdad que veinte años en el mundo del vino no es tanto. Es muy difícil explicarlo. Pensemos que desde la última guerra mundial, ¿cuántos años han pasado? ¿70? Tenemos 70 años de bastante calma en Europa. Claro que aquí continuar con un proyecto veinte años es algo muy bueno. Se ha premiado lo que hemos hecho, cuando hemos llegado aquí con Catena en 1992. ¿Ha cambiado Mendoza en 20 años? No fue un cambio tan alto, pero han cambiado varias cosas, aunque no me he dado cuenta si ha sido un cambio tan grande o tan importante.
"¿Ha cambiado Mendoza en 20 años? No fue un cambio tan alto, pero han cambiado varias cosas, aunque no me he dado cuenta si ha sido un cambio tan grande o tan importante"
- Quizá en la forma de producir vinos sí. Quizá en el desarrollo turístico alrededor, también.
- Eso ha sido más un cambio de cultura. Y si uno piensa la cantidad de turistas que vienen hoy aquí. Y analiza todas esas cadenas de hoteles que existen, hay que decir que hace veinte años era extraño pensarlo.
- ¿Conocías a la familia holandesa Pon de Europa? No es difícil imaginarlo por tus vínculos en Burdeos.
- No. Sí me encontré aquí con alguna gente, pero con el que fundó Salentein no. Cuando nosotros llegamos aquí ellos aún no estaban ni tenían planes. Tal vez llegamos casi al mismo tiempo. Ellos un poquito detrás de nosotros, 4 o 6 meses, que fue cuando empezaron a construir la posada y a plantar viñedos. Lo recuerdo porque fue casi el mismo año que nosotros empezamos la producción.
"¿Invertir en Mendoza? (Piensa). Una especie de vivir un poquito de aventura"
- ¿Qué los convenció para invertir en Mendoza? Realmente este paraje era la nada mismo.
- (Piensa) Una especie de vivir un poquito de aventura, como decimos con mi hermano. Y un lugar con muchas probabilidades de calidad para producir. Nosotros llegamos a Argentina por un trabajo que nos encargó Nicolás Catena, que quería sacar un vino, un gran Sauvignon que compitiera con Valmont. Empezamos a desarrollar el proyecto, con mucho esfuerzo. Nicolás nos dio todas las facilidades. Y comenzamos a investigar y visitamos un montón de otros lugares. También fue importante que nos diera acceso a producir sus vinos para exportación. Mientras, nosotros viajábamos, descubríamos, probamos. En todos los viajes que hicimos siempre encontramos Malbec. Hallamos allí el terruño. Y así fue en 1996 que salió esta posibilidad de instalarnos en Chacayes. Encontramos al dueño del campo, que tenía 20 mil hectáreas hasta la frontera con Chile. Hicimos el negocio diciéndole que íbamos a poner una bodega y que íbamos a sacar una partida para Burdeos, de adentro del viñedo, y que seguramente todo el mundo iba a venir a copiarnos después (carcajadas).
"Encontramos al dueño del campo. Tenía 20 mil hectáreas, hasta la frontera con Chile. Hicimos el negocio diciéndole que íbamos a poner una bodega y que íbamos a sacar una partida para Burdeos, y que seguramente todo el mundo iba a venir a copiarnos después" (carcajadas)
- Todo el plan funcionó. Incluso son pioneros hasta en la implantación de rosales en las cabeceras de las hileras.
- Así es. Y “lamentamos” que haya funcionado, porque después los amigos de Burdeos, vinieron y formaron el Clos de los Siete. Y comenzaron a venir otros bodegueros. Nosotros no teníamos tanto dinero como para invertir en la compra de tierras. El que se puso rojo (ríe) es mi padre. Cuando lo trajimos aquí ya habíamos plantado 500 hectáreas. iSempre lo hemos llevado a todos los lugares del mundo donde estábamos: Australia, Sudáfrica, Uruguay, Chile. El único lugar en donde se puso loco fue aquí. Decía como suspirando: “¡Oh! Aquí hay algo especial...”.
- ¿Y qué les sugirió? No imagino que se haya mantenido en silencio.
- Para él lo que nosotros teníamos que hacer era comprar todo (risas). Él me decía: “Comprá todo lo que puedas, porque aquí van a haber muchísimos interesados en pocos tiempo”. Claro, no tenemos 2 o 3 mil hectáreas.
- Hay un plan no tan secreto sobre el desarrollo de la industria en la Patagonia. Ese plan, de largo alcance, como no podía ser de otro modo, es una idea de Nicolás Catena. Es un plan muy ambicioso, ¿sabés de qué se trata?
- No, no lo sé. Realmente no lo sé. Yo pienso, en paralelo con esa línea, que es una realidad muy interesante y que deberíamos empezar a desarrollar. Lo que le falta un poquito a Argentina es desarrollar una cantidad de variedades que hay en este país, y que son realmente impresionante. Hay pocos países donde existan tantas variedades plantadas de uva. En Chile no hay. Allá las pocas variedades que tienen las utilizan más para exportarlas al exterior.
- ¿Creés que hay una nueva generación de enólogos más abiertos de cabeza, más dispuestos a experimentar lo sensorial? Esa generación nueva parece estar respirando hoy.
- Estoy de acuerdo que los que tienen más años, y no es una maldad lo que afirmo, en general no están capacitados para manejar una bodega. Cuando nosotros llegamos a Escorihuela con mi hermano fue difícil siempre esa relación. Muchos de ellos no permitían cambiar procesos de producción. (Piensa) Esta idea de Patagonia es una buena idea de Catena.
- Más voy a decir: el plan contempla hasta las consecuencias del cambio climático en la agricultura. Todo salido de la cabeza de Catena (hago un seña para expresar que está chiflado pero bien)
- (Ríe) Yo conozco bien a Nicolás. Y está, un poco como vos decis, un poco demasiado adentro de su cabeza. Otra opción de nuevos viñedos en la costa oceánica. Son famosos los viñedos que fueron plantados en la zona de Balcarce y Tandil.
- Se trata, al menos de Tandil, de las estribaciones más antiguas, incluso más que la cordillera
- ¿Sí? Eso no lo sabía. Lo que hay que saber es que la raíz del viñedo es la que busca la piedra, lo calcáreo. Es muy importante esa base. El calentamiento global, en cambio, es un tema que no vamos a solucionar. Subirá 2 o 3 grados la temperatura.
"Respecto a todos los emprendimientos en el mundo aquí todo era un 60% más caro"
- Pregunto por otro tema. ¿Por qué ha cambiado la industria con las últimas medidas tomadas por el gobierno nacional? ¿Son medidas que influyen decisivamente para la promoción y exportación, para recuperar el mercado, recuperar calidad?
- Nosotros pensábamos que con eso podemos empezar a ganar dinero de nuevo y a invertirlo. Hasta no hace muchos meses pagábamos el camión más caro de todo el mundo. Más caro que en Asia, más caro que en Chile. La tasa de exportación era fenomenal. Los insumos eran carísimos. Respecto a todos los emprendimientos en el mundo aquí todo era un 60% más caro. Y, además, no hay la mínima financiación para la exportación. Y el acceso financiero era con tasas imposibles. A tanto llegó de mala esta situación que no se podía despachar. Todos los de la industria nos hemos quejado durante años por esto.
- Ha sido una situación, por lo menos, loca, para las economías regionales.
- Lo que tenemos hoy claro es que estas nuevas medidas harán que empecemos de nuevo con las exportaciones. Los productores vamos a tener más financiación, podríamos contar con más tecnología, finalmente ser más competitivos. En el vino, los argentinos, incluso por sobre nosotros, tienen una historia fenomenal respecto a los países del nuevo mundo. Es una historia fascinante. Hay una sociedad bastante educada, que sabe hablar de viñedos. Si yo pertenezco hace 5 generaciones a una familia que puede tener viñedos, acá debiera ser igual.
"Con estas nuevas medidas empezaremos de nuevo con las exportaciones. Los productores vamos a tener más financiación, podríamos contar con más tecnología, finalmente ser más competitivos"
- ¿Nuestro relato en la industria es el más potente dentro de los países del llamado Nuevo Mundo? ¿Entiendo bien?
- Sí, exactamente. Y Además lo que nosotros tenemos acá es una cantidad de variedades muy importantes, pero muy importantes. Hay de todo aquí: chardonnay, torrontés, malbec, cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc. Levantar un tercio la producción. Para mí es la indicación que haría entre la gente que maneja la política. Una diferencia entre Argentina y Chile es que aquí hay mucha educación sobre la industria. Tiene status académico. Mucha oferta educativa en cualquiera de las áreas del vino. Este es un gran país.
"Levantar un tercio la producción. Para mí es la indicación que haría entre la gente que maneja la política"
- Es una valoración respetable. Lo que no sé es si esto se pensó, si se fue haciendo, pero...
- Sí, pero es tan notable que hace 15 años en toda América del Sur se vienen destacando. Pero no hay que pensar que eso es todo. Hay que seguir adelante. Porque los chilenos somos con los chinos de este continente.
- ¿Por qué?
- Los chilenos son como los chinos: van rápido y aprenden más rápido todavía.
"Los chilenos son como los chinos de este continente: van rápido y aprenden más rápido todavía"
- Me parece que ese el título de la nota (risas).
- (Carcajadas) Lo digo sin ofender a nadie, claro.
-¿Quién es el loco por Australia en tu familia? ¿Vos o tu hermano?
- Mi hermano. Tenemos un proyecto de vino regional en Australia aunque no se vende. A él le gustaba muchísimo Australia y yo iba con él. Pero él ha viajado muchísimo a Australia. Existe un proyecto en Australia que él ha manejado. Cuando nos hemos separado las empresas él se quedó allí.
- En general, cuando entrevisto a personas que viajan con mucha frecuencia, intento saber por qué, más allá de las obligaciones, les gusta Mendoza. ¿Es una forma de vida muy diferente aquí? ¿Será que el tiempo, la noción del tiempo, se desacelera? ¿Cuál es tu caso?
- Sí, hay algo particular aquí. Lo compruebo cuando viene mi padre, Lo extraño de aquí es saber que hay tanta gente en el mundo que paga por ser parte de un viñedo. O tener una casita o una vivienda en la montaña. Hay que pensar que existen muchos proyectos de ese tipo en esta zona. Y que hay mucha gente que paga por eso. Encuentro gente enamorada del Valle de Uco todos los días. A mí también me fascina. Trato de comprender lo que me gusta a mí: trabajar frente a este paisaje de montaña es como estar en el cine: cada día, cada hora, cambia. Otra cosa que es muy interesante es el sentido de orientación: siempre vas a saber dónde estás, porque la montaña es la referencia. Y hay algo particular del lugar, además de la tranquilidad: la gente.
"Encuentro gente enamorada del Valle de Uco todos los días"
- ¿Por qué no das reportajes? ¿No te gusta? ¿Sos muy tímido? ¿Vergüenza? ¿No tenés nada que decir?
- ¿Reportajes? (risas). Es que no estoy todo el tiempo muy disponible para hablar. Y además hay muchos periodistas que han dicho lo contrario a lo que he respondido (más risas). Siempre tengo mucho para decir. Creo tener una experiencia mundial porque viajo muchísimo. Hay poca gente como yo en el mundo del vino.
- Absolutamente. Mundial, nunca mejor dicho.
- Nunca encontré gente que tuviera esa capacidad de conocer todos los países del mundo para ver exactamente qué pasa. No sé… yo sólo trato de abrir la mente. Lo mismo trato de hacer con mis hijos. Intento enviarlos a distintas partes para que conozcan, que sean personas que quieran viajar muchísimo.
"No pensamos como banqueros. Mis padres y mi familia han pasado 2 guerras mundiales y siempre se dedicaron a lo mismo"
- La gran aventura. O la vida como una aventura.
- Nosotros no pensamos como banqueros. Mis padres y mi familia han pasado 2 guerras mundiales y siempre se dedicaron a lo mismo. Por eso cuándo me preguntan por las variables políticas y económicas no me preocupo de eso.
- Decir que un negocio sobrevivió a dos guerras mundiales es un argumento imbatible.
- Al lado de dos guerras mundiales: ¿quién es Moreno? ¿Quién es Cristina?