Asume la presidencia del Partido Demócrata. Piensa una agrupación moderna, innovadora y creativa. Habla de todo. Y todos.
Carlos Balter, el volvedor
El 6 de enero de 2016 Carlos Balter tomará la presidencia del Partido Demócrata, en una sede que parece una pesadilla hasta para los Reyes Magos: dos embargos pesan sobre la tradicional casona, allí en Avenida Sarmiento. Pero no son los únicos “muertos” en su destino inmediato: su misión es, justamente, avivar el fuego y el espíritu de una tropa que parece confundida, desalentada. El, más elegante, usa el término “descontenidos”.
Balter es el ganso que estuvo a 12 metros de ocupar el despacho de gobernador, en 1999. Y de esto habla aquí. Y recuerda un diálogo que mantuvo con Arturo Lafalla, al que cree responsable de su no éxito. También dice que varios pícaros radicales, un par de años después, no quisieron abrir las urnas para el recuento de votos, tal como sucedió en Tucumán, meses atrás.
Es la hora de la última siesta. Hace el calor de los desiertos en verano. Aunque no es tanto desierto, porque a la noche no refresca, al menos en la ciudad. Hace un rato sucedieron dos cosas: jueces de Mendoza dieron curso a un fallo como si vivieran en Noruega (el que limita las detenciones y la prisión preventiva) y el intendente de Luján, Omar de Marchi, en las antípodas de Balter y de su sueño de resucitar al PD, tuvo el primer cortocircuito público con la administración de Cornejo. ¿La causa? Su oposición al documento de planificación urbana sobre el pedemonte mendocino, elaborado por el Comité Ejecutivo de la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial. Allí se dice, en resumidas cuentas, que “hay que poblar el pedemonte”. Todo medio bárbaro, del verbo barbarie.
Balter enciende el aire acondicionado de su oficina, prepara un café y se presta a una charla que la asume como refundacional. No tiene pelos en la lengua. Habla con nombres y da apellidos. Y sus definiciones son más que contundentes. Con más recorrido y experiencia, pega donde duele. Y sabe que la parada es brava, lo que seguramente lo mantiene más alerta que nunca.
- Recién pregunté por el doctor, aunque sos un más que célebre contador.
- ¿Sabés qué? En el Consejo Profesional de Ciencias Económica, hace como 15 o 20 años, sacaron una resolución en la que decidieron que éramos doctores (ríe). Y todos los tipos se ponen doctor. Yo no. Siempre me acuerdo de mi padre, que era médico. Y un día le pregunté, ¿pero el título de médico es como el de doctor? Entonces me explicó: él era doctor en medicina, hizo la tesis, luego todo el doctorado. Por eso siempre distinguí.
"Al que le gusta la política nunca deja de hacer política. Nunca"
-¿Es tan, tan profundo, el bichito ese de la política, que uno puede estar bien, digo profesionalmente, ser impecable en su trabajo, exitoso, contar con una familia, y aún así aceptar esta especie de desafío? Presidir al PD con tu plan no parece de lo más sencillo.
- Yo creo que al que le gusta la política no deja de hacer política nunca. Yo empecé muy chico en esto. E hice la política más linda, por lo menos para los que la hemos conocido. Tuve la oportunidad de conocer la política sin partidos políticos.
- ¿Cómo es eso?
- Yo empecé la facultad cuando los partidos políticos estaban proscriptos. Y un señor, que era Onganía, se hizo cargo del país en 1966 y cerró los partidos políticos y hasta confiscó los bienes de esos mismos partidos.
- Para no hablar de lo que hizo en las universidades y que provocó lo que conocemos como la noche de los Bastones Largos.
- Exacto: la noche de los Bastones Largos en la Facultad de Ingeniería, en Buenos Aires. Entonces cuando yo empecé a hacer política, era una cuestión única y estrictamente ideológica. No había cargos, no habían posibilidades de ambiciones, ni sabíamos lo que significaba el poder o las posibilidades de acceder a un cargo.
"Cuando empecé a hacer política era una cuestión única y estrictamente ideológica. No había cargos, ni ambiciones ni sabíamos lo que significaba el poder..."
- O vivir de la política.
- ¡Menos que menos! Incluso cuando empezaron a re-existir los partidos políticos yo tampoco empecé a militar en la primera época. Yo me crié en una familia que no era política. Mi padre era médico. Más bien te diré que si tenía alguna inclinación era ser más radical o socialista, que demócrata. Pero era un tipo muy amplio. Y aprendí siendo muy chico, porque mi padre murió cuando yo tenía 15 años. No tuve oportunidad de contarle y menos de hablar de política con él. Pero mi padre nos cultivaba mucho y nos estimulaba para estudiar.
Sobre la muerte de su padre: "Entre otros, el gordo Baglini, y otro amigo, el Carlitos Aguinaga, me cagaron a plumerazos hasta que me levantaron de la cama y conseguí rendir las materias".
- No estudiar no era opción.
- Mi padre nos insistía mucho con el tema del estudio. Yo hice sexto año libre y tenía el capricho de recibirme antes que mi hermano. Mi hermano estudiaba Medicina, yo Ciencias Económicas, que entonces era una facultad de 4 años de carrera. Yo iba a hacer quinto año libre y me empecé a preparar con el gordo (Raúl) Baglini. El gordo Baglini es un amigo que yo tengo de toda la vida: ha sido testigo de casamiento, padrino de mi hija. Y estábamos en cuarto año y en septiembre muere mi padre. Ya a esa altura teníamos como 8 materias preparadas para rendirlas libre. Lo cierto es que no solamente no rendí libre, sino que me llevé 3 materias a diciembre y no las rendí, porque me enojé con el mundo, a causa de la muerte de mi padre. Bueno, entre otros, el gordo Baglini y otro amigo que era el Carlitos Aguinaga, todos me cagaban a plumerazos hasta que me levantaron de la cama y conseguí rendir las materias. La cuestión es que yo llegué a la facultad con el ánimo de recibirme muy rápido. Y ya en tercer año yo manejaba. Mi preocupación era: el automovilismo, que me encantaba; el fútbol, yo fui mascota de Independiente Rivadavia (comienza a dar una de las alineaciones históricas, entre ellas el arquero Raúl González, el flaco Braconi).
- ¡No le hagas eso a un leproso de corazón!
- Ni me lo digas. Dejé de ser socio. Yo iba a ver jugar hasta la cuarta especial, la Reserva. Iba a todos lados. Cuando asumió Daniel Vila la presidencia dejé de ser socio y no fui nunca más.
- OK. ¿Cómo se engancha la militancia política en esta historia?
- Un día estábamos en la facultad, se hace una asamblea, me pescan discutiendo con otro gran amigo, que es Ramón Santamarina, gimnasista asqueroso, y de River. Tenía todos los vicios posibles, yo soy de Independiente de aquí y de allá (carcajadas). Y nos habían ganado 3 a 1. Nos trenzamos en una discusión y nos agarra una Asamblea adentro. Entonces ya que estábamos nos quedamos allí. Entonces de pronto nosotros éramos medios distraídos, y de repente alguien dice que al otro día hay huelga. Nos amenazaron que no íbamos a entrar a clases. Ramón, seguimos juntos y somos amigos hasta el día de hoy, me dice: “y participemos”. Y yo lo miro. Me paro, pido la palabra y digo: “Esto lo manejan entre 3 marxistas y quieren que haya huelga”. Y se paró uno, allá en el fondo, se llamaba Ricardo Gómez. Somos amiguísimos hasta el día de hoy. Y me preguntó qué era ser marxista.
- ¡Buena pregunta!
- Yo había ido al Liceo Militar, había escuchado que Carlos Marx no sé quién era, pero que algo había escrito que era malo. No era buen tipo. Y además de Marx ya había escuchado algo sobre la plusvalía. No pude responder la pregunta, esa es la verdad. Y me dio tanta vergüenza no saber que nos pusimos a estudiar con Ramón Santamarina y 2 o 3 más. Así empecé. Y cuando volvimos a las asambleas ya estábamos mucho más preparados. Con el tiempo participamos e hice muchísima política universitaria.
- Militancia, digamos.
- Militancia. Y armamos un movimiento, nos fue muy bien. Como no había Centro de Estudiantes todo se resolvía en las asambleas. Era todo por votación. Ese tipo de política, la que yo realmente viví, es la que a mí me motivó a participar, hasta el año 1971, cuando vino la reconstrucción de los partidos políticos. Y nosotros no teníamos partido político. Y los que estábamos en el grupo que militábamos por dentro de la facultad nos pusimos a leer las Cartas Orgánicas y la Declaración de principios para ver cómo era y en qué pensaban. Y así vino el Partido Demócrata.
"Yo le he dedicado más tiempo al partido que a mi familia. Ha sido así. Es como una de esas cosas con las que uno se aquerencia"
- ¿Por eso es que siempre has dado más que una mano? Cuando la papa está caliente siempre apareces y en cualquier rol.
- Bueno, yo le he dedicado más tiempo al partido que a mi familia. Ha sido así, es como una de esas cosas con las que uno se aquerencia. Entre el Partido y las actividades como legislador, qué sé yo... yo he perdido cumpleaños de mis hijos, fiestas de los fin de año de mis hijos, me he tenido que ir estando a veces uno de ellos enfermo. Yo estuve 8 años como diputado nacional y tuve asistencia perfecta, los 8 años, en las sesiones pero también en las comisiones. He dejado muchas cosas por hacer. En algunos casos por ocupar un cargo de responsabilidad y en otros porque me gustaba. He participado en cuanta interna ha habido en el Partido.
"En los últimos años lo que sí quise es no tener una participación activa ni tener responsabilidades, eso sí lo dije"
- En las últimas elecciones, las de este traqueteado 2015 electoral, quedó tan desdibujado, quizá como nunca en la historia.
- Bueno, yo en los últimos años participé en el partido muy poco...
- ¿No estabas retirado de la política?
- Lo que sí quise es no tener una participación activa ni tener responsabilidades, eso sí lo dije. Y muchas veces en los últimos años. Muchas veces vinieron a plantearme lo que me plantearon ahora. Pero de alguna manera participaba en una comisión que tiene el Partido, que es una comisión de Política Nacional, que está integrada por los ex presidentes y quienes hemos sido diputados nacionales. Entonces, bueno, he participado, he ido a distintas actividades y actos. Pero no he participado activamente. En los últimos tiempos solamente me he dedicado a escribir para el diario La Nación sobre temas que me interesaban y que me parecía valía la pena expresar opinión. Pero la política es como cuando vos andás en bicicleta: una vez que aprendiste después siempre te vas a subir.
- ¿Pensas esta ola, no sé si tanto en lo histórico, aunque sí que es muy decisiva: de tu gestión quizá dependa que el Partido Demócrata desaparezca o bien reaparezca?
- Yo creo que el Partido hoy está con los últimos estertores. Realmente el partido aparece como víctima de una actitud deliberada y sistemática que ha existido para que desapareciera.
"El Partido Demócrata aparece como víctima de una actitud deliberada y sistemática que ha existido para que desapareciera"
- Los últimos dirigentes, yo creo, lo han expresado abiertamente.
- Yo creo que las últimas conducciones no han hecho nada por retener a la gente. Vos ves que acá ha habido una migración de gente a otros partidos políticos. Que el partido tenía 100 mil afiliados, ahora tiene menos de 70 mil. Si lo llegás a depurar bien, el partido debe tener muchísimos menos. No tengo idea cuántos pueden llegar a ser...
- ¿Menos de 50 mil?
- Pueden llegar a 50 mil, sí. No tengo idea. Porque hay mucha gente que se afilió y que hoy sigue afiliada, pero porque no se ha tomado el trabajo de ir y revisar su ficha. Y porque no se deben sentir demócratas. Estoy seguro que hay muchos de estos casos. Con lo cual te diré que el Partido está muy disminuido desde ese punto de vista: se ha perdido la incorporación de gente. En todos los partidos políticos falta gente joven. Hoy la militancia tiene una lógica que es muy rara.
"En todos los partidos políticos falta gente joven. Hoy la militancia tiene una lógica que es muy rara"
- Las últimas generaciones del Partido Demócrata se han parecido más a una agencia de colocaciones y conchavos. O bien de negociar el poco espacio dentro del electorado.
- Yo creo que el Partido no ha tenido militancia política. Le falta la incorporación de gente, pero no solamente joven, lo que ocurre en la mayoría de los partidos; sino se ha perdido eso que era la dedicación de brindar un esfuerzo, trabajo, horas, talento e inteligencia. Nosotros, en 1999, llegamos a tener 300 personas que eran referentes, los máximos referentes de la mejor expresión de las distintas áreas del quehacer mendocino. Y trabajan en el Partido ad honorem 2 o 3 veces por semana, 2 o 3 horas por reunión. Bueno, por eso pudimos formar en 1999 una plataforma con un programa de gobierno que hasta el día de hoy creo que son necesarias para...
- Creo que hoy no juntamos, entre todos los partidos, 300 tipos destacadísimos. Lo que es otro claro problema de la Mendoza actual.
- Y en esta locura es en la que me he metido ahora (ríe). Como muchos me dicen: “no sé si te tengo que felicitar o dar el pésame” (más risas). Creo y estoy convencido que vamos a lograr esta idea de recuperar al partido, que comenzó como una autoconvocatoria que hicieron los correligionarios de San Rafael. Después de ese acto en San Rafael salió otro en San Martín. Y nos volvimos a encontrar con muchísima gente que se había ido del Partido, y con los hijos de muchos de ellos que no se sentían comprendidos, no se sentían contenidos por el Partido. Y después vino lo de Guaymallén. Fueron todos actos multitudinarios. Y no hay acarreo de gente, ya que todo el mundo tiene que pagar su tarjeta.
"Lo digo sin jactancia: el Partido Demócrata es parte de las instituciones de Mendoza"
- ¿Ahí está el espíritu? ¿Casi intacto?
- Yo creo que hay gente que lleva al Partido y lo siente adentro suyo, tal como lo que me pasa a mí. Hay muchos que han ayudado y que han dado mucho. Y esto lo digo sin jactancia: el Partido Demócrata es parte de las instituciones de Mendoza. Y creo que le ha prestado un marcado servicio a la provincia. Porque esta provincia ha tenido una calidad institucional muy diferente a la mayoría de las provincias argentinas. Fuimos decisivos para que acá no se modificara la Constitución, no para actualizar las normas de la Constitución de 1916, sino porque todos han buscado la posibilidad de reelección como gobernadores. Y en eso el Partido Demócrata jugó un rol importantísimo. Incluso fuimos a la Corte y se ganó un fallo en la Corte. Cuando nosotros tuvimos la conducción dejamos un Partido que tenía 16 diputados provinciales, 13 senadores y 3 diputados nacionales.
"En 1991 estaba gobernando una persona que creo que ahora va a ser Embajador (José Octavio Bordón), que dijo, a raíz del resultado electoral que obtuvimos, que era la última elección de la que participaría el Partido Demócrata, porque se extinguía. Todavía seguimos..."
- ¿Es posible retomar esos niveles?
- Nosotros no estamos en una competencia. Pero vamos a intentarlo. En 1991 estaba gobernando una persona que creo que ahora va a ser Embajador (José Octavio Bordón), que dijo a raíz del resultado electoral que obtuvimos era la última elección de la participaría el Partido Demócrata, porque se extinguía. Bueno, nosotros nos hicimos cargos en esas circunstancias: con ese anuncio que íbamos a desaparecer. Y seis años más tarde, por primera vez en la historia del Partido Demócrata, le ganamos al Justicialismo.
"Lo fui a ver a Lafalla, lógicamente, antes que él firmara el decreto. Y le dije: “Vos no vas a firmar un decreto de convocatoria electoral. Vos vas a firmar el decreto de quién será el futuro gobernador. Vos sabés que si se desdoblan, gana el Partido Demócrata. Y si se hacen con las presidenciales, la ganan los radicales”
- Casi fuiste electo como gobernador. ¿Por cuántos puntos fue la diferencia?
- Mirá, nosotros en 1997 ganamos la elección, en la que encabezaba la lista de diputados nacionales. Y en 1999 salimos segundos. Y Mendoza fue uno de los 3 únicos distritos donde no quisieron desdoblar las elecciones de las presidenciales. Pero si le preguntás a (Arturo) Lafalla, y yo cada vez que lo veo lo recuerdo… Yo lo fui a ver a Lafalla, lógicamente, antes que él firmara el decreto. Y le dije: “Vos no vas a firmar un decreto de convocatoria. Vos vas a firmar el decreto de quién será el futuro gobernador de la provincia. Vos sabés que si se desdoblan, gana el Partido Demócrata. Y si se hacen con las presidenciales, la ganan los radicales”. Lafalla es testigo de lo que estoy diciendo.
- Aún así, ¿cuál fue la diferencia por la que perdiste?
- Fueron 20 mil votos.
- ¿A veinte mil votos de ser gobernador?
- Sí. En 1999 salimos segundos en esta elección de gobernador. Pero sacamos un 10% más que lo que habíamos sacado en 1997. O sea que seguimos creciendo. Y en 2001 se desata la campaña más grande y más sucia que tuvo la historia universal, porque no hay ningún ejemplo que nadie pueda comparar con una campaña como la que se hizo. Yo te estoy hablando de la campaña sucia que me hicieron, según la cual yo había lavado 9.900 millones de dólares, que tenía no sé cuántas cuentas en el exterior, que era responsable de 8 muertos de un helicóptero que se había caído en Tucumán, que era socio de Lino Oviedo, de varios paraguayos (hasta el día de hoy no conozco Paraguay). Gastaron millones de dólares en esa campaña. Y en 2001 hasta crearon un partido político para sacarnos votos, que es de ahí que salió la candidatura de (Aldo) Giordano. Se creó ese partido político.
- Llamado Fiscal.
- Se hizo nada más que para restarnos votos a nosotros. Todos esos votos eran votos demócratas. No sé si todos, pero el 80% eran votos nuestros. No obstante eso, fijate, en el 2001, el Partido fue el único que ganó intendencias en departamentos que no gobernaba. Nosotros gobernábamos Santa Rosa, Luján y San Martín. Y en el 2001 ganamos Rivadavia y ganamos San Carlos. A pesar de toda esa campaña ganamos los 3 departamentos donde gobernábamos y otros dos más. Y salimos terceros. Perdí la senaduría nacional por menos de 4 mil votos. Y el radicalismo, que era gobierno, se negó a abrir las urnas. Así como en Tucumán, como ocurrió hace unos meses. Se hicieron cosas increíbles: sobornaron periodistas. Hicieron cuanta cosa pudieron. Y a pesar de todo al Partido lo pudimos mantener con mucha fuerza. En definitiva, ¿qué quiero decirte? Que el Partido tiene una potencialidad en la medida en que se quiera cuidarlo y se quiera trabajar por él.
"El Partido tiene una potencialidad en la medida en que se quiera cuidarlo y se quiera trabajar por él"
- El perfil que pretendés darle, ¿será como el de hace 100 años, que era de centro izquierda, o será de centro derecha, o bien de derecha? No estoy tan convencido de seguir hablando de derecha o izquierda, al menos como se la entiende hace 50 años.
- Sí, yo creo que no hay derecha-izquierda. Nosotros en lo que creemos es en la libertad. Pero esa libertad no significa que no tenés ninguna preocupación por la gente más humilde o por la gente que más necesita. Todo lo contrario. El Estado y la concepción del Estado que nosotros tenemos es uno a lo mejor más chico, pero súper eficiente, apuntado principalmente a asegurar salud, educación, justicia que hoy son las cosas que el Estado no te brinda. Si vos ves la cantidad de gente que gasta infinidad de recursos en tener prepagas o en tener complementos de su obra social...
- O educación privada, sin ir más lejos.
- O educación privada, claro. Crece la matrícula de la educación privada, cosa que no sucedió en la Ciudad de Buenos Aires, donde creció la matrícula de la educación pública. El gobierno de Macri en la Ciudad hizo una gran tarea en esta área. Una gran tarea. Pero, digo, las cosas básicas en las que nosotros tenemos que poner énfasis: la seguridad, la salud, la educación o la justicia. ¿Eso es ser de derecha? No, eso es lo lógico que pretende cualquier persona que quiera que la gente tenga una mejor calidad de vida.
- Van a decir que estoy loco si sigo afirmando que el Partido Demócrata era un partido de centro-izquierda.
- Nada de loco. En 1916, la Constitución Provincial de Mendoza es la primera constitución como precepto constitucional, el primer antecedente del mundo, en sancionar el descanso semanal obligatorio. El siguiente antecedente es la Constitución de México, en 1917. Todas las ideas de avanzada social, que muchas no se pudieron aplicar porque no tuvieron las mayorías necesarias, las tomó Alfredo Palacios...
- Lencinas.
- Bueno, la mayoría de estos fueron proyectos de hombres demócratas. Nosotros planteamos el tema del divorcio en 1918. Sí, en 1918. Hace casi un siglo.
"¿Qué es un partido moderno? Poder tener el talento y la inteligencia puesta al servicio de la resolución de problemas"
- Por eso pregunto lo de la reformulación. Creo que el tema de asociarlos al Partido Militar ya es un poco delirante.
- Y no tiene nada que ver los tiempos. ¿Qué es un partido moderno? Poder tener el talento y la inteligencia puesta al servicio de la resolución de problemas. Concentrado no tanto en las discusiones, como a mí me ha gustado, lo que hacíamos con tanta pasión, con tanto gusto y que me ha llevado a tener amistades hasta el día de hoy y no caer en la “grieta”. Un partido moderno tiene la necesidad y la urgencia de resolver los problemas que son más acuciantes. Y por eso hoy también podemos integrar un frente como en el que está enrolado el Partido Demócrata, al que ratificamos con nuestra adhesión. Necesitamos combatir la pobreza. Es una primera respuesta para darle a la sociedad. Hay un 28% de pobreza en Argentina. Adherimos a estos conceptos básicos sobre los que se ha movido Macri. A los que le agregamos los problemas de la provincia de Mendoza, los cuales creo que se han profundizado en los últimos tiempos.
"No creo que nadie quiera que haya gente delincuente suelta en la calle. Creo que la Corte no desea eso y estoy seguro que el 99% de la ciudadanía tampoco"
- El reciente fallo de la Corte Suprema que limita las detenciones y la prisión preventiva tiene preocupado a más de uno.
- Lo que existe es un problema integral. No es cuestión de echarle toda la culpa a la Corte Suprema. No creo que nadie quiera que haya gente delincuente suelta en la calle. Creo que la Corte no desea eso y estoy seguro que el 99% de la ciudadanía tampoco. Lo que sí creo yo es que se debe dar una respuesta integral. Vos no podés desconocer hoy el hacinamiento en las cárceles. También creo que si la sociedad quiere estar protegida, el gobierno tiene que preocuparse para que las cárceles no sean una escuela para delincuentes. A esto hay que darle una respuesta. Ahora, el Poder Judicial también debe hacerse cargo. No es cuestión que la Corte saque una acordada o que saque un fallo y no tome la responsabilidad del caso, ya que tienen potestad administrativa. A lo mejor, lo que debiera también hoy la Corte es acompañar y declarar la emergencia judicial para dar una respuesta a todas estas personas. No podés tener a un chico detenido sin que no haya un juez que intervenga. Nosotros tenemos que construir cárceles. La cárcel es de 1910 y después se hizo la de Cacheuta. Hoy necesitamos hacer una cárcel para 3 o 4 mil presos más en Mendoza. No podemos seguir con este sistema penitenciario que tenemos. A lo mejor la Corte también tendría que haber evaluado y tendría que haber actuado sincronizadamente, por más que sean poderes independientes. A lo mejor hay que reformar el juego de procedimientos, declarar la Emergencia Judicial y declarar la Feria Judicial de ahora para poder resolver los casos de gente que está detenida.
- Entrevisté hace unos días a Josefina Canale. Me habló de la admiración que siente por vos, que más o menos te conocía. Me dijo que era del PD. ¿Vas a ayudarla en la administración de un lugar tan-tan complicado? Has trabajado en muchas comisiones antimafia y anticorrupción. Incluso en la comisión que investigó a Alfredo Yabrán.
- Mucho más he trabajado en el ejercicio de mi profesión, en auditoría. Es a lo único que me he dedicado: Deducir impuestos y hacer auditorías. He podido ver cómo funcionan algunas empresas. Tengo un muy buen concepto de Josefina Canale. Yo la verdad que no sé. En el Partido nunca se trató ese nombramiento, ni el de Richard Battagión. A pesar que se supone son cargos que son para el Partido. A mí me parece que el gobernador Cornejo tiene la potestad de designar a las personas que él entienda como más eficaces. Pero, en general, la política que siempre ha tenido el Partido es pedir una reunión en los organismos partidarios...
"Si a mí me hubiese preguntado Josefina antes de tomar el cargo, le hubiese preguntado a ella si conoce quiénes van a ser los restantes miembros del directorio, quiénes son los síndicos, cuáles son todos los resortes que ella tendrá a su alcance para el contralor de la operación. Quién va a ser su jefe de compra, quién va a ser su asesor legal de contrataciones, cuál es la estructura legal con la que va a contar"
- ¿Lo decís como una formalidad?
- Es una formalidad, sí. Es la formalidad que te permite decirle: “Mire, tenga cuidado”. Si a mí me hubiese preguntado Josefina antes de tomar el cargo, le hubiese preguntado a ella si conoce quiénes van a ser los restantes miembros del directorio, quiénes son los síndicos, cuáles son todos los resortes que ella tendrá a su alcance para el contralor de la operación. Quién va a ser su jefe de compra, quién va a ser su asesor legal de contrataciones, cuál es la estructura legal con la que va a contar. El Instituto de Juegos y Casinos es el organismo que más denuncias y más intervenciones tiene por parte de la Fiscalía de Estado, en todas las épocas. Si ella me hubiese preguntado estoy seguro que podríamos haberla orientado y decirle: “mirá, por lo menos tenés que tener un equipo mínimo de confianza tuyo que pueda hacer de control en la operación diaria”. Lo mismo pasa con Aysam.
"Mendoza tiene una de las reservas de litio más importantes del mundo"
- Lo último que quería preguntarte, pues me llamó mucho la atención al leerlo como una inquietud tuya, es que Mendoza debería explotar y desarrollar la industria del litio. ¿Cuáles son las razones?
- Bueno, lo dije como un ejemplo de las cosas que debemos encarar. Igual con el tema del turismo en Las Heras: nosotros tenemos un proyecto hace tiempo para desarrollar una actividad distinta allí. Sabemos que la matriz económica de Mendoza, tal como está, se agotó. Hay que crear y hay que hacer innovaciones. Afortunadamente se están haciendo, como el desarrollo de algunas empresas de software y algunas más que realmente son innovadoras. Mendoza tiene una de las reservas de litio más importantes del mundo. El litio es fundamental. Las baterías de los teléfonos poseen litio. Y la industria automotriz, que va avanzando hacia la producción de autos eléctricos y todas esas baterías son de litio. El litio es un producto que va a ser demandado a escalas siderales. Es un tema que nos tenemos que plantear y ver cómo se puede desarrollar, explotar y en qué condiciones. Creo que el tema de la minería uno lo tiene que plantear, pero tengo muy claro que no puede haber minería en el Valle de Uco. O no puede destruirse la industria vitivinícola, que es el emblema de Mendoza, más allá que no sea la actividad de mayor recurso, como sí lo es el petróleo. Vos no podés dar permisos para que hagan minería y arruinen, por ejemplo, Villavicencio, que es una marca, un agua emblemática, forma parte del patrimonio mendocino. O autorizar una explotación que ponga en peligro las napas. Mendoza tiene muchas posibilidades. En la propia agricultura, incluso.